Cosas que aprendi estos 3 dias

1. Santiago Queirolo nunca ha de ser subestimado.
2. Los secuaces de Chichi Valens son fans del charol.
3. No leas a Pessoa si tienes algún tipo de confusión existencial.
4. Hay personas que piensan que soy algún tipo de genio.
5. Si escuchas a Juanes y tienes pene, es obvio que no te gusta usarlo.
666. Scott Walker es el diablo.

Buitres culturales

El desdén que siento hacia el grueso del gremio periodístico se ha visto renovado esta semana a raiz de la masacre del coreano loco en Virginia. En esta ocasión, el sector habitual de la prensa (desde Fox News hasta nuestros diarios pornogore) ha optado, nuevamente, por buscar conexiones entre la fragilidad de la salud mental del atacante y algún Trabajo con contenido extremo, en este caso el sublime film hongkonés Oldboy. Este no es un fenómeno nuevo: ya lo hicieron con Ricky Ramírez y AC/DC, Marilyn Menso y Matrix con la matanza en Columbine, Slayer cada 3 meses... y puta madre, es realmente frustrante. Me ofende un poco, como aficionado a las cosas tantito extremas, que venga un mediocre cuyo vocabulario se quedó en sexto de primaria a endilgar la responsabilidad de un hecho lamentable a obras que, independientemente del nivel de violencia que puedan tener, tienen un valor artístico incuestionable. Obras que nunca entenderán. El arte no crea monstruos, putitos. Solo los exorciza.

lamento temporal (una especie)

Mis semanas van a necesitar más días si voy a tocar en 3 grupos. Muchos más díiias. Ya podía presentir que vendrían tiempos de actividad fuerte luego de titularme, pero esto es ridículo... para bien. Conversaba con JD anoche sobre los pasos a seguir y creo que ya están bastante definidas las cosas. El año y medio que tengo en Liquidarlo se ha pasado volando entre picos y recesos intermitentes, e implícitamente hemos concluido que ha llegado el momento dejarnos de cosas y producir. Y tocar mucho más seguido. Con quien sea. Bien bien. Con los Motherless veo que hay bastante potencial, por la comodidad que puedo sentir con ellos como personas y como músicos para haber tocado solamente 2 veces con los 3. Probablemente sea la primera vez que hago algo así de accesible. Pero gracias al cielo la música no es para nada obvia. Y lo de Dios Hastío será todo un reto para mis muñecas y pies. Y aún quiero colaborar con tantísima gente que he conocido en estos meses... tendré que emborracharme un poco menos para aprovechar al máximo el poco tiempo musical que pueda tener. Vale la pena.

Breve pictografía nostálgica

Cuando tenía 4 años estaba tan obsesionado con los Gremlins que lo único que pedí en esa navidad fue una alcancía de Gizmo (los muñequitos eran algo mediocres, a diferencia de este portento. Cuanto más niño eres más te importa el tamaño de las cosas). Tener que agrandarle la ranura cada vez que quería comprar helados causó algunos de mis primeros dilemas existenciales, los cuales se disipaban con el primer cucharazo que entraba al Vasito (era aún más torpe cuando niño, pero más guapo también. Una con otra, supongo).

Hoy ví el documental "Sick", sobre los últimos días de la vida de Bob Flanagan, un ultraextremo artista del sadomasoquismo que padecía de fibrosis quística, y sometía su cuerpo a goces tan excelsos como martillear clavos en su pipilín o colgar pequeñas pesas de escroto y pezones y demás delicias, como una forma, digamos, peculiar de enfrentar su enfermedad. Más allá del extraordinario sentido del humor que muestra Flanagan sobre su condición hasta casi el final de sus días, el documental me dejó en un pequeño shock. Definitivamente me he convertido en un pussy en lo que a asquerosidad se refiere. Probablemente porque necesitaba algo de familiaridad para devolverme a tierra puse el primer disco que alcance a coger desde la cama, y vaya que me devolvió no solo la calma, sino que también me hizo volver a la temprana adolescencia en la que descubrí el heavy metal tan Hipódromo de Monterrico que postulaban Iron Maiden. Un amor instantáneo, tanto por los galopes sónicos como por las referencias líricas a Chesterton, Duna y los dinosaurios. Veo las marcas que mis pies acaban de dejar en mis paredes y pienso que mi elasticidad vale más que cualquier kamasutra. Y que Iron Maiden son como las bicicletas que nunca aprenderé a olvidar o dejar atrás.